miembro del equipo acerca del tipo de producto o servicio de la nueva empresa, acerca de sus procesos de producción y acerca del propio mercado, desde los competidores a los clientes. También resulta útil indicar si los miembros del equipo han trabajado juntos con anterioridad. No que hayan jugado juntos, como los que se conocieron en los años universitarios, sino que hayan trabajado juntos.
Los inversores también miran con buenos ojos a los equipos que sean conocidos, porque el mundo real suele preferir no ocuparse de las empresas de reciente creación. Este tipo de empresa es demasiado imprevisible. No obstante, la cosa cambia cuando la empresa está dirigida por personas que son conocidas entre los proveedores, clientes y empleados. Puede que su empresa sea nueva, pero ellos no son novatos. El elemento de sorpresa que entraña el trabajar con una empresa de reciente creación se aminora en cierta medida.Por último, se debería prestar especial atención a la parte del equipo humano del plan de empresa porque, por decirlo de una manera directa, es la parte en la que la mayoría de los inversores inteligentes centran su atención.
Una firma profesional de capital riesgo recibe habitualmente unos 2.000 planes de empresa al año.
Estos planes están llenos de arrebatadoras ideas sobre nuevos productos y servicios que cambiarán el mundo y que cosecharán millones en el proceso, o eso se dice. Sin embargo, la realidad es que la mayoría de los capitalistas de riesgo creen que las ideas cuestan dos duros la docena: sólo cuenta la capacidad de ejecución. Arthur Rock, una leyenda del capital riesgo relacionada con la formación de empresas como Apple, Intel y Teledyne, afirma: «Yo invierto en personas, no en ideas.» Rock también afirma que «cuando el equipo que has encontrado es bueno, si se ha equivocado sobre el producto, lo cambiará, así que ¿para qué sirve comprender elproducto del que habían hablado al principio?»
Los encargados de redactar planes de empresa deberían tener presente esta advertencia, mientras preparan su propuesta. Hable sobre las personas exhaustivamente. Si no puede decir nada sólido sobre su experiencia y su capacidad, el equipo emprendedor debería pensarse dos veces la conveniencia de lanzar la empresa.
Opinión de WILLIAN A. SAHLMAN. Harvard Business School


