Tradicionalmente se ha considerado que los planes de empresa son una herramienta básica para nuevos emprendedores, que requieren de un instrumento que canalice sus análisis y los instrumente de una forma estandarizada, pero la duda es, una empresa ya instalada, que tiene una nueva idea de negocio, necesita realiza también un plan de empresa para esa nueva idea???
La respuesta es sí, y no únicamente si deben realizarlo, sino que deben hacerlo de análoga forma a la que lo haría un nuevo emprendedor, un error habitual es considerar que se pueden saltar ciertos pasos en base a la experiencia adquirida en los negocios previos.En general, en las grandes corporaciones se obvian esos análisis y simplemente se realizan documentos de solicitud de presupuestos, básicamente, un plan para cuantificar los fondos necesarios para llevar a cabo el proyecto.
La peculiaridad de las empresas ya constituidas, es que los nuevos proyectos, por propia definición, incluyen una rentabilidad calculada superior a la ofrecida por la empresa existente, y luego, dificílmente es posible alcanzar esas expectativas, si bien, la alta rotación en los equipos humanos de esas grandes corporaciones provoca que la responsabilidad de las decisiones quedé completamente diluida.
Un error en el que se incurre con gran frecuencia, es obviar el capital humano, y basarse única y exclusivamente en la parte financiera del proyecto, minusvalorando la importancia de las personas que deberán desarrollar el proyecto, que en muchos casos marcan la diferencia entre el éxito y el fracaso.
Además, en esos proyectos internos, se tratan de forma poco detallada la oportunidad del proyecto, y el estudio del mercado y el entorno, motivo por el cual en el mejor de los casos las empresas deben incurrir una vez iniciado el proyecto en costes de información y de desarrollo muy superiores a los necesarios en caso de analizar un análisis previo.


