Hoy leemos en cincodias que en 10 regiones españolas hay diversas plazas de especialistas médicos que no se logran cubrir y que por ello será necesario contratar facultativos extranjeros.

Es evidente que teniendo en cuenta la evolución demográfica del país, hay una tendencia que generará unas necesidades que hoy por hoy no estan cubiertas, y relacionadas con la 3a edad, en muchas regiones hay un déficit clamoroso de residencias, y de servicios asistenciales a estos colectivos, por ello, algunas empresas privadas hacen su agosto construyendo y gestionando auténticas jaulas de oro. No olvidemos tampoco la falta de recursos que se ha denunciada reiteradamente respecto a la ley de dependencia.

Pero en lo referente a la medicina, tenemos la contradicción de que muchas enfermeras y médicos brillantes se van a otros países en busca de mejores condiciones y salarios, mientras que aquí tenemos una evidente falta de profesionales. Posiblemente los sueldos que perciben son demasiado escasos si además tenemos en cuenta la formación que deben realizar durante tantos años, por ello, muchos tienen «doble vida», médicos públicos por la mañana y trabajadores de clínicas privadas por la tarde.
Siempre he sido defensor de la gestión privada en todos los ámbitos y en este caso no será una excepción, por ello creo que una posible solución sería la ampliación de las concertaciones a los ámbitos médicos de la misma forma que sucede en la educación. Es decir, gestión privada, y recursos compartidos entre el estado y agentes privados. Al fin y al cabo, una operación en un hospital público tiene un coste que asume el estado, y no sería descabellado pensar que el estado pueda pagar «la factura» de los servicios especializados que reciban aquellos ciudadanos con menos recursos en centros de gestión privada.
Así los médicos tendrían 2 opciones, mantenerse en un hospital público como hasta ahora, o incorporarse a un hospital concertado, que les permita mejorar sus sueldos y condiciones, a cambio de dejar de ser funcionarios. Probablemente algunos creerán que es una privatización de la sanidad, pero no es ese el objetivo, el objetivo es mejorar la eficiencia sin que se modifique el origen de los fondos.
Otro tema que analizaremos más en profundidad, es la gestión de las plazas universitarias, dado que por un lado se detecta que en determinados ámbitos hay una evidente «sobreproducción» de determinados profesionales, y por otro, hay una carencia de profesionales cualificados.
La sanidad es y debe ser así un servicio público universal, pero como sociedad tenemos la obligación de que los recursos se gestionen de forma más eficiente.

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