El sentido común suele afirmar que quien se dirige cada día a la oficina estará más comprometido con sus tareas que aquella persona que realiza sus actividades desde casa a través de Internet. Muchos suponen que la comunicación virtual es endeble, o que un trabajador no puede disciplinarse si no está en contacto directo con su jefe, pero eso está lejos de la realidad. Contrariamente a lo que suele creerse, un estudio (pdf) de la Universidad de Stanford reveló que los teletrabajadores son un 13% más productivos que sus compañeros que trabajan en oficinas.
La investigación fue realizada entre empleados de una multinacional china y publicada en julio de 2012. Sus resultados indican, además, que quienes trabajan desde sus casas presentan un 50% menos de desgaste laboral y un aumento de su satisfacción laboral. Los empleados admiten distraerse con actividades de entretenimiento o tareas domésticas, pero esto no disminuye su productividad. Al contrario, se cree que una de las causas del aumento del rendimiento es que los trabajadores se ven librados del stress al poder permitirse momentos de distensión, y de esa manera pueden continuar trabajando con mayor eficacia.
Una reciente nota del Harvard Business Review se pronuncia en el mismo sentido. Su autor, el consultor de negocios Scott Edinger, afirma que los teletrabajadores optimizan el uso del tiempo y aprovechan al máximo sus oportunidades de comunicarse con sus compañeros. Los mensajes son concretos y el intercambio está centrado en los objetivos de cada tarea, por lo que pueden estar incluso mejor comunicados que los compañeros que trabajan en un mismo recinto.
Eso no es todo. En una encuesta de la agencia de noticias Reuters orientada a los negocios, el 65% de los entrevistados respondió que cree que los teletrabajadores son más productivos ya que al tener horarios flexibles manejan mejor su tiempo. La compañía Cisco obtuvo datos semejantes en una investigación en la que consultó a 2.000 de sus trabajadores. El 69% de los encuestados afirmó que era más productivo cuando trabajaba de forma remota, y el 67% aseguró que la calidad general de su trabajo mejoró cuando trabajaba a distancia.
Tampoco es cierto que quienes trabajan en oficina no tengan distracciones. Siempre pueden navegar por la web, estar atentos al teléfono móvil, ir a buscar un café y distraerse con los compañeros de oficina. En cuanto a la relación con los colegas, es probable que en una oficina sea motivo de distracción, mientras que la comunicación a distancia está más centrada en asuntos laborales y ocupa menos tiempo.
Por último, hay que agregar que hoy por hoy existen herramientas tecnológicas para gestionar un grupo de trabajo virtual con máxima eficiencia. Plataformas web como TransparentBusiness.com permiten conocer el estado de las tareas de todos los empleados de forma instantánea, con la posibilidad de administrar el estado de los proyectos, el flujo de tareas, y brindar feedback en tiempo real. De este modo, es posible supervisar el trabajo de una persona que trabaja desde su casa con la misma eficiencia -o aún más- que si estuviera en las oficinas de la empresa.
Sin dudas, hay muchos más factores a favor que impedimentos a la hora implementar el teletrabajo en cualquier tipo de empresa o negocio. La tecnología pone las cosas cada vez más fáciles, y los resultados obtenidos por las empresas que lo han intentado son sumamente positivos. Así, tanto los empleadores como los empleados pueden beneficiarse de las mejores condiciones de trabajo y el aumento de la productividad.
iFuente: Lavanguardia